viernes, 5 de julio de 2013

Y Mario Casas hizo enloquecer a Málaga

El joven actor, que ya desató la histeria el año pasado, llegaba este jueves a Málaga para presentar tan sólo cinco minutos de la segunda parte de Tres metros sobre el cielo, Tengo ganas de ti. Toda una campaña de marketing perfectamente orquestada. Nunca trescientos segundos dieron para tanta histeria. Pero no se sorprendan. Esta cinta está llamada a salvar este año los datos de recaudación del cine español como ya lo hiciera el año pasado Torrente 4. Y es que en este caso, al contrario de lo que dijo durante la gala inaugural el presidente del jurado, Gonzalo Suárez, de que "las jóvenes que chillan no van al cine", parece ser que todas esas jóvenes que se agolpaban en el Cervantes sí que pasarán por taquilla. También había ganas de Casas a las nueve de la noche en la alfombra roja, donde le esperaban con igual ímpetu las fans y algunos de los estudiantes acreditados. La prensa también, por supuesto. Y allí volvió a quedar demostrado el enorme tirón que tiene este joven entre el público adolescente que, no obstante, ha logrado quitarse la etiqueta de actor de grandes masas gracias a cintas como Grupo 7. El verdadero Festival Pero dejando a un lado la parte más publicitaria del festival, en la Sección Oficial se presentaron dos cintas que podrían llevarse algún premio el sábado: Buscando a Emish y El sexo de los ángeles. La primera de ellas, una honesta y sensiblera reflexión sobre las relaciones personales, podría llevar a Manuela Vellés a conseguir la Biznaga de Plata gracias a su emocionante interpretación de una joven insegura en el amor. La segunda, un alegato al amor libre, también podría llevar a algunos de sus actores a llevarse el premio a mejor actor o actriz (Astrid Bergès-Frisbey y Llorenç González, sobre todo Álvaro Cervantes, quien nos brinda una magnífica y seductora interpretación. Sin embargo, la cinta no termina de cuajar y el no tener una meta fija termina por convertir a la cinta en un sinsentido. Una pena porque durante su primera hora demostró que podía ser una de las claras favoritas a la Biznaga de Oro.

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